Para la temporada 2015, el plantel superior del club de rugby argentino, Alumni, necesitaba hacer algunos cambios en su cuerpo técnico. Fue así que se incorporaron Juan José Ize y Guillermo Ibáñez. Los nuevos entrenadores tenían la tarea de reforzar y renovar el equipo, pues en este se sentía una urgencia de mejorar los resultados.
Este es un club cuya sede se encuentra en Buenos Aires y se caracteriza por ser uno joven, que se guía estrictamente por los principios de juego limpio. «Ganar nunca es un objetivo, sino una consecuencia» y tiene como objetivo principal: formar buenas personas.
“Mientras trabajábamos para la pretemporada, pensamos que debíamos realizar un diagnóstico del grupo como así también intentar innovar para lograr que el Plantel se renueve y se conozca mejor” mencionó Ize, quien conocía a Marcos Ribas (fundador de Conexión Rítmica) desde que eran adolescentes y por eso le comentó de la gran tarea que tenía por delante con su nuevo plantel.
Conexión Rítmica, en ese entonces comenzaba a abrirse para trabajar con equipos de alto rendimiento además de instituciones, lo que llevó a Marcos a proponer a su amigo un programa exclusivamente desarrollado por su empresa y que se especializa en el fortalecimiento del trabajo en equipo. Esto a Alumni le venía como anillo a el dedo, entonces de inmediato el plan se puso en marcha.
“Así las cosas y dado mi gran amistad con Marcos, quien siempre se me representó como una persona sensible e innovadora, decidimos confiar en su capacidad y comenzar de una manera distinta y útil la pretemporada 2015” contó el entrenador.
Fue así que un caluroso día de verano en Buenos Aires se reunieron alrededor de cien jugadores en el colegio Godspell para dar inicio a sus actividades de pretemporada. Los deportistas fueron invitados a ingresar a un galpón con cien sillas ordenadas en círculos concéntricos y todas tenían debajo un instrumento de percusión de algún tipo. En el centro los esperaba Marcos Ribas, director, fundador y experimentado facilitador de actividades enfocadas en el fortalecimiento de equipos de alto desempeño desarrolladas por Conexión Rítmica.
Se dio inicio a la sesión presentando el programa “C7: Fundamentos Para el Trabajo en Equipo”, y cada participante tenía un instrumento. Estos tenían distintas formas, sonidos, pesos, colores y en su conjunto resultaron una orquesta de percusión perfectamente coordinada que generó entusiasmo, sorpresa y alegría entre todos los participantes.
“La actividad se desarrolló de maravilla, se pudo notar una participación entusiasta de los jóvenes jugadores que estaban bajo la mirada atenta de sus entrenadores” expresó Ribas recordando aquel día.
El año 2017, el mismo plantel de Alumni liderado por los nuevos entrenadores que entonces ya tenían dos años en el equipo, llegó a la final del campeonato argentino de rugby después de algunas temporadas sin poder llegar hasta esta fase.
Es, ha sido y sigue siendo un equipo innovador, un equipo que se arriesgó a hacer las cosas de manera diferente, entre muchas de esas cosas, este inicio de temporada distinto y creativo que por momentos pareciera que marcó la pauta del estilo de este equipo de entrenadores.
Hoy, el programa «C7» es parte de la cultura del equipo y el modelo está presente en los vestuarios para que cada jugador lo tenga presente en todo momento.
En 2017 Alumni llegó a la final del campeonato, y acaba de repetir la azaña el sabado pasado. El equipo ahora sueña con el titulo que tan cerca estuvo de alcanzar el año pasado. Pero sin duda, lo realizado muestra el crecimiento de este plantel y el excelente trabajo realizado por el equipo de entrenadores. ¿Será parte de todo esto “el secreto de estar conectados”?
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